miércoles, noviembre 28, 2007

Ocaso miope

"Era lindo ver el mundo expectante ante mis actos", diría algún privilegiado por sus a veces veraces méritos. Ahora quedamos los hijos atontados de aquellos maestros, llorando como mujeres antiguas lo que no supimos defender como “modernos”.
No es acaso patético este llanto, no es acaso esta pataleta de bolsillo la que nos hace aún más indignos de la herencia de la que nunca nos hicimos realmente responsables…?
Nadie nos está quitando nada por lo que morir, sólo privilegios de burguesía adormecida. Qué mejor oportunidad que esta para hacer valer nuestro real valor, el que lo tenga claro está…
Llorad putas porque el resto de mujeres tienen licencia para follar !!!. Estremeceos, gritad, y el que tenga algo distinto que ofrecer….que lo diga, que lo ofrezca…joder!!
Es la hora de dispersase y hacer guerra de guerrillas; coger el machete y echarse a la jungla; y a modo de terroristas estéticos ir estallando conciencias. ¿Creía vuesa merced que el bosque era suyo? ¿ que erais el León de la metro antes de cada logro?, pues ahí tiene vuesa merced a las excavadoras pisándole el culo. Así que cuanto antes lo entienda y cree un espacio tan reducido como propio que nadie se atreva a tocar….mejor envejecerá.
Se imaginan a Giacometti muerto de miedo pensando en que su vecino esculpa miniaturas? O a Claude Monet horrorizado ante la aparición de nuevas escuelas de pintores de la luz? O a Wrigth temblando en su tablero porque un ingeniero va a robarle la idea para la Johnson Wax?........ pero que cojones!!! que pobreza mental, DIOS!!!!!!
Seamos conscientes, realistas, pensadores...
Acontecimientos corporativos? los que quieran vuesas mercedes.
Incertidumbres insanas? las que soporten vuesas mercedes.
Actitudes ignorantemente arrogantes? la que gasten vuesas mercedes.
Estamos ante el inicio de algo grande, como diría un amigo : “Sólo el conocimiento puede proporcionarnos reglas seguras de actuación, sin que caigamos en la improvisación ni en la frivolidad temeraria de la ignorancia”, ni que decir tiene que esto no irá en contra de la frescura ni supondrá ceñir los hechos a corses reinterpretativos.
Me alegra saber que no somos nadie una vez más, alegría de nuevas aspiraciones.

lunes, noviembre 26, 2007

Swing y proyecto (O.F.A.: only for architects)


Creo que estoy enloqueciendo. Entre pulpos y perthes el deambular de mi mente es algo errático últimamente. Tengo una nueva idea peregrina que os expongo. En este caso está dirigida fundamentalmente a arquitectos y golfistas. Me temo que quienes no reúnan esta doble condición pensarán que esto es una idiotez mayúscula (y es muy probable que estén en lo cierto).
Como me suele ocurrir para desencadenar estos escritillos, por algún extraño motivo varias situaciones con rumbos aparentemente no conflictivos, colisionan en mi cabeza. En este caso: a) intento preparar una clase para mis jóvenes alumnos titulada “¿qué es un proyecto?”; y b) el rector de mi universidad presentó hace unos días ante la prensa un absurdo estudio en el cual se buscaban relaciones entre la cotización en bolsa de las principales empresas españolas y el handicap golfístico de sus principales directivos; la conclusión final era la constatación (no causalidad, el rector hizo mucho hincapié en este aspecto) del hecho de que las empresas con índices bursátiles más sanos, estaban dirigidas por excelentes jugadores de golf.
Existe una leyenda según la cual todos los arquitectos jugamos muy bien al golf: Tenemos mucho tiempo libre porque no trabajamos apenas (los ordenadores lo hacen todo); hacemos relaciones con el dinero y el poder; somos unos pijos, etc…. Falso. Creo haber descubierto el gran atractivo que tiene este deporte para los arquitectos, más allá de la modificación controlada de la naturaleza, la geometría de las trayectorias de la bola y la sucesión de acontecimientos en la búsqueda de un fin: El swing de golf (solo los jugadores entenderán a que me refiero) es acto complejo e individual muy similar al mecanismo de proyectar (solo los arquitectos comprenderán el término).
El (swing/proyecto) ortodoxo, va sufriendo variaciones en función de la preeminencia de unos y otros profesionales, se enseña en las escuelas. A todo el mundo el mismo. Pero no existen dos personas con exactamente el mismo (swing/proyecto). Cada uno lo particulariza, adaptando este complejo movimiento a sus propias condiciones y sensaciones. Es una combinación, una sucesión, un algoritmo de (movimientos/actitudes) de diferentes partes del (jugador/arquitecto), rítmico y coordinado. Un (jugador/arquitecto) de un nivel no inicial, habrá desarrollado ya su propio (swing/modo de proyectar), que irá puliendo a lo largo de toda su vida y adaptará a las diferentes problemáticas con las que se encuentre.
El (swing/proyecto) se practica constantemente. Es en gran medida independiente de sus efectos visibles más evidentes (donde llega la bola/como sale la construcción). Pero desde el punto de vista probabilístico, con un buen (swing/modo de proyectar), las posibilidades de éxito son mayores. Las causas de fracaso del efecto del (swing/modo de proyectar) son múltiples. Una pequeñísima variación en un aspecto puntual y parcial del (swing/proyecto) pueden desencadenar resultados desproporcionadamente negativos. También existe la suerte contraria: (swings/proyectos) horribles tienen resultados más que aceptables. Los (jugadores/arquitectos) somos viciosos de esa dinámica de repetir incansablemente una sucesión de (movimientos/razonamientos), con sentido y finalidad en si misma, que será tanto mejor cuanto mayor sea su individualidad a la vez que su adaptabilidad a las situaciones que el contexto nos proponga.
Un enorme y complejo gesto individual lo contiene todo y no es nada.