Mi amiga E experimentó una sensación extraña. Cometió un pequeño error en su cada día menos cotidiana existencia. Lo verdaderamente trascendente es que buscó mentalmente la flechita hacia atrás undo en su pantalla para tratar de restablecerlo. Y se sorprendió al encontrarse en medio de la calle.
Todo esto no tendría mayor trascendencia si Calacagua no viniera observando desde hace ya tiempo que empieza a sentir sobre los hombros la carga del uso complulsivo del control ce en su cabeza. Y la necesidad de descargarse con controles uve como para evitar ciertas orquitis en las meninges. Porque aparecen rostros, fragmentos e imágenes que surgen y desaparecen, se superponen en un collage cada vez más difícil de interpretar. Y Calacagua no emplea las teclas Ctrl+Alt+supr, por los prejuicios que fraguaron en él fruto de la exquisita educación de corte victoriano que recibió desde su más tierna infancia.
Porque amigos, han de saber ustedes que no viven ustedes el inicio de un milenio. Viven ustedes dentro del mundo control uve, de la existencia recorta pega. Y la pregunta que han de hacerse no es quiénes son, de dónde vienen, nono. La pregunta es si son ustedes recorta o si son pega.
Y es que ya Solveig Donmartin se quedaba enganchada de por vida a la máquina que reproducía sus sueños en Bis ans ende der welt. Y es lo que les pasa a ustedes, habitantes de mundo recorta pega. Pero son incapaces de darse cuenta. Porque les fabrican señuelos como el blog en los que creen recuperar parte de la libertad que le roban los sueños. Pero en el fondo se retroalimentan con su propio Soylent Green.
Pero entiendo que es complicado no encontrarse en ausencia de espíritu cuando uno llega a Valhalla (el lugar de los caídos escogidos), donde los Einheriar, guerreros caídos en batalla, disfrutaban del festín de los héroes o cuando uno ha contemplado el ocaso de los dioses, al gigante de hielo Ragnarok, la batalla final de los Esir y el fin del mundo.
En verdad, en verdad les digo…después de la destrucción surgirá un mundo renovado y mejor. El mundo control equis.
