SOY UN PEZ CAPITULOS 3 y 4

Concierto

LOS MALDITOS MOJARRAS & Their All Stars
Este SÁBADO a las 23,00 en MOE (Alberto Alcocer, 32)

“Los intelectuales están destinados a no comprender jamás la menor cosa, jamás en ningún terreno”

Gerard Legrand





Giorgio de Chirico, Las musas inquietantes, 1917.
Oil on canvas, 97 x 66 cm.

vivienda remota

He encontrado algo que ha llamado mi atención. El proyecto se llama “RemoteHome” y fue realizado por el arquitecto alemán Tobi Schneidler y su equipo Smart Studio hace un par de años.
El proyecto consiste en la interacción de dos lugares distintos a través de la tecnología. Es un sistema de comunicación entre dos “apartamentos” en dos ciudades distintas (Berlín y Londres.) Schneidler describe el proyecto como “un vivienda que se extiende más allá de sus límites y ayuda a los amigos a estar en contacto a través de la comunicación tangible y sensitiva.” Unos sensores son colocados en los objetos de la casa que transmiten mensajes a través de Internet a los usuarios del otro lado.
La idea del proyecto resulta por lo menos sugerente; una unión/conexión de dos mundos diferentes, ya sean dos mundos físicos geográficos ó espacio físico y espacio virtual al mismo “tiempo”. ¿Llegaremos a un punto donde el mundo físico y virtual puedan vivir conjuntamente? ¿Puede el mundo físico existir hoy en día sin el espacio virtual y de la misma manera puede el virtual ser sin el físico? ¿Cómo va a cambiar o como está cambiando el espacio físico para adecuarse a las nuevas necesidades y realidades? La revolución tecnológica está cambiando la forma que teníamos de entender y vivir el espacio hasta ahora. No obstante al observar esta instalación además de abrirse numerosos interrogantes también alguna cosa queda clara; como es el hecho de que nos queda mucho camino por recorrer. Por que me niego a pensar (por lo menos en la parte arquitectónica), que toda esta revolución se convierta o se transcriba en un simple juego (tocar una pared en Berlín y que salga un bulto a Londres, dar a un interruptor en Madrid y que se encienda la luz en Copenhague.) En este sentido me sigue pareciendo mucho más apasionante el Messenger, por ejemplo. Como principio está muy bien pero esperemos (además no me cabe la menor duda) que “las viviendas remotas” sean además otra cosa.