jueves, julio 19, 2007



Cambio de cromos.

(A tenor de una propuesta basada en la abolición de la asignatura de proyectos arquitectónicos en la carrera de Arquitectura.)

Parafraseando a un amigo diré que vuelvo a estar maravillosamente perdido, y he comprendido que no puedo hacer otra cosa. Cada vez se hace más patente la inexistencia de la roca madre, siempre encontramos pequeños átomos de pensamiento capaces de provocar la fisión total de los argumentos más rotundos.
“de esta agua no beberé”…, soberana estupidez.

Aún recuerdo el poco tiempo que tardé en asimilar cuanta verdad había en el planteamiento de mis amigos DF y JB sobre la revolución del proceso creativo de la expresión ; Y pensar que perdí un año enseñando a dibujar discóbolos…
Aquellos muros argumentísticos de disciplina férrea, fraguados durante años con la convicción de lo empíricamente probado, caían como pétalos de amapola al viento de una conversación asombrosamente clarividente e irreversible; ya nada volvería a ser lo mismo.

Una vez eliminadas mis karstificaciones académicas en el quirófano del Dr. Virutas … estoy dispuesto a entrar a debate desde la merma que me crea el desierto de ideas que me rodea, y mi incapacidad a adelantarme a los acontecimientos.
Hace poco leía en el libro de un amigo como se aludía a un pensamiento basado en entender el arte como sorpresa (“triunfa quien coge desprevenido al contrario”), si eso es así… desde luego yo soy lo opuesto a un artista, lamentablemente.

Cena viernes 13 /07/07:

Interlocutor : “Todos estamos sujetos a revisión”, incluida la asignatura de proyectos a la que me voy a cargar de un plumazo porque no me sale de los cojones seguir viendo a cuatro gilipollas amanerados no contar nada, no aportar nada,

Pensamientos : Joderrr, me cuesta masticar esto, pero me lo está contando dieguito… por algo lo dirá, joderrr, con otro interlocutor me habría dado de hostias, pero que lo diga el capullo este… me mosquea que te cagas… el puto Dr.virutas me va a joder otro de mis pilares vitales…,no me lo puedo creer, menudo hijo de puta… bueno tranquilo tío, relajate, no metas la pata en el cemento que luego no hay quien la saque… cállate y dale un poquito de cuarentena a todo esto que al final te la meten doblada…

Días después :

Una vez más… he de decir que me asalta la duda, ¿Puede existir el duelo Inspiración versus Bagaje?, el bagaje va intrínseco al concepto de crítica, pero ¿y la inspiración?, ¿existe el partir de cero?, ¿hay cabida para la creatividad libre de arquetipos?,… parece que lo empiezo a entender. Si no existe todo esto yo no puedo ser arquitecto. Pero sí es cierto que en este momento existe un gran vacío protegido por caretas de glamour superdotado.
Voy a proponer un cambio de mis cromos preferidos, cambio el cromo de proyectos por el cromo de la poesía, el cromo de la pintura o el cromo de la música… o dime tú qué me das a cambio, porque necesito llenar esa casilla o sino este puto álbum de mi vida no voy a saber terminarlo.

martes, julio 17, 2007

Cuarenta euros


Ayer vi 800 balas. Por supuesto, y sirva este post como recomendación ineludible, está 300. Resulta curioso comprobar que bien funcionan, con que solidez se anclan a nuestra memoria las expresiones que combinan números y sustantivos en su configuración final. El mundo del cine está plagado de ejemplos: dos hombres y un destino, siete novias para siete hermanos, nueve semanas y media, etc.... Pero también están los nombres comerciales de determinados productos: tres en uno, una zero, licor cuarenta y tres,… Además de, por supuesto, las fechas y períodos temporales que automáticamente asociamos a un acontecimiento determinado, como el 7 de julio, el 11 de septiembre, o los nueve meses de embarazo. No puedo dejar de citar una de las más hermosas de estas asociaciones mágicas: Borges describe la distancia que le separa de su amada que ha viajado a Europa para un período de un año: “trescientas noches como trescientas paredes”. Pero no ha sido ésta la desencadenante de este escrito.

Para mi, hasta el pasado domingo, cuarenta, eran los cuarenta ladrones de Alí Baba, los cuarenta días con sus noches que pasó Jesucristo en el desierto tentado por el maligno, los cuarenta principales, cantar las cuarenta y, ahora ya, la crisis de los cuarenta. En mi memoria y desde hace solo unas horas se han añadido a todos estos cuarenta, los cuarenta euros de un vestido rojo que flota alrededor de un amigo. Cuarenta euros hermosos, nuevos, embrujados y, en algunos casos inconfesables, muy envidiados. Cuarenta euros que me gustan y me alegran sinceramente.