lunes, junio 11, 2007

Yo soy Raúl


Estoy agotado. Molido. Empecé suavemente el sábado clasificando bien en Montmeló y en Montreal a pesar de un pequeño despiste que tuve en la curva del alfiler. Estaba muy nervioso porque me jugaba la liga minutos después. Ahí tuve que hacer el primer esfuerzo máximo de mi tremendo fin de semana. El corazón a mil. Todo se complicó pero al final saqué fuerzas de flaqueza y conseguí hacer los cuatro goles, dos parejas concretamente, que me llevarán, esperemos, a la gloria el próximo domingo de nuestro Señor. Sé que estabais nerviosos pero tenéis que entender aunque soy muy bueno, Gaby y Lionel también apretaban. Con la satisfacción del deber cumplido me fui a descansar unas horas. Nada más levantarme un cerdo checo llamado Pessec me tiró de la moto al empezar la carrera. Enrabietado, les pegué un buen repaso a todos con mi ritmo infernal en dos y medio. Muy cansado ya, solo pude ver el colín de las motos de Valentino y Cassey, es cierto que desde más cerca que nunca. Esperadme, que les daré guerra en poco tiempo. Sin solución de continuidad, me quité el mono, me puse mis pantalones pirata y el Time Force para destrozar por enésima vez a ese genio llamado Federer. Le gano en tierra, pero, ¡coño!, que bueno es ese tío. Y, al borde de la extenuación, corriendo otra vez a Montreal a por ese negrito insolente que me está tocando las pelotas. Pero fue demasiado. Me he comido la misma curva cuatro veces, el safety me ha acabado de hundir, las gomas blandas me han abandonado y … séptimo. Mi “compañero”, negro y enano, primero. El domingo me lo como, en la previa de la liga, ya vereis. Ahora a descansar durante la semana en la oficina hasta el fin de semana que viene. ¡Viva España!