lunes, enero 16, 2006

POESIA AL BESO



A veces me arranco por alegrías
de saberte sonriendo cerca de mis labios...
muy, muy cerca, casi tangente, esa piel rugosa,
músculo inferior que se deshace como una fresa madura,
que cede a una suave presión y que se esponja,
buscando ser dos por un instante...

Lo que dure este beso durará tu imagen,
y cómo y cuánto haya de besarte serán las medidas
que terminen de sellar nuestra grandiosa y asumida soledad,
esa soledad única de aquéllos que poseen el secreto
de un beso dulce, infinito y eterno...


El flautista de Hamelancolin