! AY, TOM MAYNE, QUE TE HAN PILLAO!
"Autor: Javier Boned; publicado en soitu.es en julio de 2008"
El arquitecto norteamericano Tom Mayne, premio Pritzker de Arquitectura 2005, es miembro de la Academia Americana de Las Artes y Las Letras desde 1992, profesor de la Universidad de California y uno de los representantes de la arquitectura innovadora contemporánea. En 1976 fundó el estudio “Morphosis”, y entre sus obras destacan la “torre Sun” de Seúl y el “Hypo Bank” en Lagenfurt (Austria). Actualmente acaba de construir un edificio de vivienda pública municipal en el Ensanche de Carabanchel, en Madrid, para la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo.
Pues bien, este famoso arquitecto había sido contratado hace ya algún tiempo por el Instituto Municipal de la Vivienda de Málaga, junto con el grupo holandés Mecanoo, para desarrollar una solución singular de Viviendas de Protección Oficial en dos parcelas destinadas al efecto, con la sana finalidad, supongo, de querer demostrar a la arquitectura malagueña cómo la actuación de arquitectos – estrella desarrollando soluciones singulares de vivienda social sirve de didáctico ejemplo y tiende a elevar el nivel arquitectónico de la ciudad. Estas experiencias parece que han tenido éxito (aunque no sé si opinan lo mismo los usuarios) en Madrid y otras ciudades, que han elevado su “caché” mediático-arquitectónico a través de la espectacular divulgación que a su vez resulta de la imaginería sofisticada que estas soluciones singulares propician.
Así ha ocurrido desde luego con la solución de Tom Mayne para estas viviendas en Madrid, un proyecto desde luego más que interesante, a mi juicio, con viviendas - patio que recuerdan las tipologías de los poblados tradicionales, presididas por un bloque lineal de un gran dinamismo en su diseño.
Pues resulta que al arquitecto norteamericano no se le ocurre nada mejor que presentar a la empresa municipal malagueña (con la lógica adaptación al nuevo solar, que debía ser muy parecido al madrileño)… ¡el mismo proyecto¡, ¡idéntico!, que el citado. Los técnicos municipales, últimamente consumidores más o menos asiduos de revistas de arquitectura, detectan la clónica actuación del arquitecto, e indignados, deciden llamar al orden al Premio Pritzker y pedirle, educadamente, que por favor reconsidere su diseño, se exprima la sesera un poco y premie a Málaga con una solución inédita, que para eso le han contratado. La respuesta del americano es digna también de elogio: “… disculpen; por supuesto les haré un diseño nuevo”.
Y así estamos, malagueños y ciudadanos del sur de Europa, expectantes y ansiosos a la espera de las maravillas que Tom Mayne se va a dignar realizar ex- nuovo para contribuir a modernizar esta nuestra nunca bien ponderada arquitectura de vivienda social.
Esta anécdota de cotilleo arquitectónico encierra, en mi opinión, algunas cuestiones que conviene considerar, en forma de interrogantes:
1.- ¿Ha actuado así Tom Mayne por ser norteamericano, o simplemente por vaguería?
2.- ¿Ha actuado así Tom Mayne porque tiene tanto trabajo que no le da tiempo a desarrollar nuevos diseños en sus encargos?
3.- ¿Ha actuado así Tom Mayne porque cree firmemente en el concepto de “repetición” como un factor clave de producción en la arquitectura contemporánea?
4.- ¿Ha actuado así Tom Mayne porque un encargo en la ciudad de Málaga, sur de España, sur de Europa, no debe merecerle el más mínimo esfuerzo intelectual y de diseño?
También cabría preguntarse lo siguiente:
a.- ¿Qué habría pasado si cualquier arquitecto “de a pie”, de los que pueblan dignamente nuestra masificada profesión, se hubiese atrevido a hacer lo mismo?
b.- ¿Qué habría pasado si los susodichos técnicos municipales no hubieran estado tan al día en los últimos ejemplos singulares de vivienda?
c.- ¿Se planteará desde ahora el Instituto Municipal de la Vivienda de Málaga algo concerniente a la política de contratación de afamadas estrellas de la arquitectura?
Demasiadas preguntas para un hecho incuestionable: ¡Ay Tom Mayne, que te han “pillao”!
El arquitecto norteamericano Tom Mayne, premio Pritzker de Arquitectura 2005, es miembro de la Academia Americana de Las Artes y Las Letras desde 1992, profesor de la Universidad de California y uno de los representantes de la arquitectura innovadora contemporánea. En 1976 fundó el estudio “Morphosis”, y entre sus obras destacan la “torre Sun” de Seúl y el “Hypo Bank” en Lagenfurt (Austria). Actualmente acaba de construir un edificio de vivienda pública municipal en el Ensanche de Carabanchel, en Madrid, para la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo.
Pues bien, este famoso arquitecto había sido contratado hace ya algún tiempo por el Instituto Municipal de la Vivienda de Málaga, junto con el grupo holandés Mecanoo, para desarrollar una solución singular de Viviendas de Protección Oficial en dos parcelas destinadas al efecto, con la sana finalidad, supongo, de querer demostrar a la arquitectura malagueña cómo la actuación de arquitectos – estrella desarrollando soluciones singulares de vivienda social sirve de didáctico ejemplo y tiende a elevar el nivel arquitectónico de la ciudad. Estas experiencias parece que han tenido éxito (aunque no sé si opinan lo mismo los usuarios) en Madrid y otras ciudades, que han elevado su “caché” mediático-arquitectónico a través de la espectacular divulgación que a su vez resulta de la imaginería sofisticada que estas soluciones singulares propician.
Así ha ocurrido desde luego con la solución de Tom Mayne para estas viviendas en Madrid, un proyecto desde luego más que interesante, a mi juicio, con viviendas - patio que recuerdan las tipologías de los poblados tradicionales, presididas por un bloque lineal de un gran dinamismo en su diseño.
Pues resulta que al arquitecto norteamericano no se le ocurre nada mejor que presentar a la empresa municipal malagueña (con la lógica adaptación al nuevo solar, que debía ser muy parecido al madrileño)… ¡el mismo proyecto¡, ¡idéntico!, que el citado. Los técnicos municipales, últimamente consumidores más o menos asiduos de revistas de arquitectura, detectan la clónica actuación del arquitecto, e indignados, deciden llamar al orden al Premio Pritzker y pedirle, educadamente, que por favor reconsidere su diseño, se exprima la sesera un poco y premie a Málaga con una solución inédita, que para eso le han contratado. La respuesta del americano es digna también de elogio: “… disculpen; por supuesto les haré un diseño nuevo”.
Y así estamos, malagueños y ciudadanos del sur de Europa, expectantes y ansiosos a la espera de las maravillas que Tom Mayne se va a dignar realizar ex- nuovo para contribuir a modernizar esta nuestra nunca bien ponderada arquitectura de vivienda social.
Esta anécdota de cotilleo arquitectónico encierra, en mi opinión, algunas cuestiones que conviene considerar, en forma de interrogantes:
1.- ¿Ha actuado así Tom Mayne por ser norteamericano, o simplemente por vaguería?
2.- ¿Ha actuado así Tom Mayne porque tiene tanto trabajo que no le da tiempo a desarrollar nuevos diseños en sus encargos?
3.- ¿Ha actuado así Tom Mayne porque cree firmemente en el concepto de “repetición” como un factor clave de producción en la arquitectura contemporánea?
4.- ¿Ha actuado así Tom Mayne porque un encargo en la ciudad de Málaga, sur de España, sur de Europa, no debe merecerle el más mínimo esfuerzo intelectual y de diseño?
También cabría preguntarse lo siguiente:
a.- ¿Qué habría pasado si cualquier arquitecto “de a pie”, de los que pueblan dignamente nuestra masificada profesión, se hubiese atrevido a hacer lo mismo?
b.- ¿Qué habría pasado si los susodichos técnicos municipales no hubieran estado tan al día en los últimos ejemplos singulares de vivienda?
c.- ¿Se planteará desde ahora el Instituto Municipal de la Vivienda de Málaga algo concerniente a la política de contratación de afamadas estrellas de la arquitectura?
Demasiadas preguntas para un hecho incuestionable: ¡Ay Tom Mayne, que te han “pillao”!
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