Urinarios

Hace tiempo tengo una inquietud que me gustaría compartir con vosotros. Todos hemos visto los incontables símbolos con los que se pretende diferenciar el baño de “ellos” del baño de “ellas”en los locales públicos. Siempre me han llamado la atención esas figuras escuetas, simples o sofisticadas con los que algunas veces se ha prolongado la extrema urgencia … Si, porque, seamos honestos! ¿quién no se ha detenido ante una representación de lo que se supone que tú eres y te preguntas quién seré, el asterisco o el punto, francamente, ni lo uno ni lo otro, porque claro, entre un triángulo isósceles y un escaleno, es fácil. Y también ante el cartel que parece explícito “hombre” “mujer”, si, si, pero vete a Atenas. No es un momento en el que uno esté para descifrar jeroglíficos y solo se te ocurre el eterno recurso de insultar en arameo o como en los comics cuando expresan enfado, me encanta esa forma de insulto. Bueno, a lo que iba, que siempre me voy por los “cerdos” de Ubeda. Mi preocupación no radica en saber cuál es cuál, ya que al final si uno se mea, mea. No conozco a nadie que haya muerto por no entender la creatividad o la manifestación de la misma de otro. A la que te voy que te vengo pues que hace tiempo pensé en fotografiar todos y cada uno de los iconos que me encontrase en los bares a los que iba. Y hacer un libro (o mil) recopilatorio de las distintas representaciones que, subjetivamente, cada uno, que es cada cual, piensa que nos distingue mediante las mismas a os de as. Y ya imaginaba mi libro publicado, en una pila en una estantería del VIPS como los de autos, sillas, vestidos. Me fascinan. Pero inmediatamente pensé que eso ya se le habría ocurrido a alguien antes. Siempre pienso eso, No lo puedo evitar. Me boicoteo continuamente. Es que creo que es imposible con tanto ser humano en el planeta tierra ser original. Y así, con todo, no soy capaz de pensar ni mantener un pensamiento o sentimiento más de dos nanosegundos. Y tengo mucho mas que decir pero ya lo habrá dicho otro antes.