jueves, diciembre 01, 2005

De la tracción artística

Desegañémonos, un artista es un animal de tracción, imprescindible para brindarnos la mejor de las mercancias, la mejor posible: el producto artístico.
Algunos, llevados de un sentimentalismo desproporcionado, les inquietará saber quién o qué ha hecho posible que podamos disfrutar en nuestros hogares, sean estos públicos o privados, de este fabuloso fardo que es el arte. Nimiedades. Seamos honestos, todos somos eslabones de una cadena productiva y los encargados de la tracción artística merecen el mismo respeto que el resto de los operarios. Aunque lo único que realmente importa es su producción, desengañémonos…

2 Comments:

Blogger g_fhe said...

del Arte, y todo lo demás

querida maría, en esta ocasión sólo puedo estar en completo desacuerdo contigo como tú ya sabes. No tengo ningún interés en desengañarme (en los términos que tú hablas). El definir a un artista, (o al hombre) como una animal de tracción es una tremendo disparate y al arte como una mercancía aunque sea la mejor, otro todavía mayor. No definiría como inquietud el querer saber quien (el “que” me lo salto por que siempre es “quien”) ni tampoco creo que seso sea consecuencia de un sentimentalismo, ni tampoco que todo eso sea una nimiedad. Por otro lado, tampoco creo que el debate se deba establecer en términos de honestidad o de respeto. Simplemente hay algunas personas (operarios como tú los llamas) que de vez en cuando necesitamos o queremos que nos recuerden que estamos vivos.

01 diciembre, 2005  
Blogger kalakahua said...

Bon día misis Ruskin

02 diciembre, 2005  

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